Históricamente, existen dos tipos de lupas, que proporcionan distintos tipos de aumento para lograr distintos objetivos. Acá te explicamos cuál es la diferencia entre Kepler y Galilean.
Por: Andes HSG
En medicina, se utilizan lupas para aumentar el ángulo visual, y así poder trabajar con precisión en zonas que requieren de mayor detalle. Y a su vez, permiten al médico observar con nitidez lugares que están a una distancia mayor a la que se ve. La magnificación también asegura una correcta ergonomía, al no tener que trabajar en una postura incómoda para alcanzar a ver.
Las lupas están formadas por un lente convergente de corta distancia focal. Este lente es el que permite poder observar un objeto de manera ampliada. Históricamente, han existido dos tipos de lupas (Galilean y Kepler), que aportan distintos tipos de magnificación, dependiendo del uso que se le de a ellas.
Galilean
Las lupas de tipo Galilean se caracterizan por tener una menor magnificación, en comparación a las Kepler. Las Galileo permiten una excelente profundidad de enfoque. Además, proporcionan un amplio campo visual al especialista, permitiéndole ver con claridad toda la zona en la que realizará su trabajo.
Estas lupas utilizan un ocular, definido como “Sistema de lentes que, a fin de ampliar la imagen real dada por el objetivo, se coloca en el extremo de un instrumento por el que mira el observador” por la RAE, formado por un lente divergente. Esto hace que el usuario vea una imagen derecha.
Kepler
Las lupas Kepler tienen una magnificación mayor. Esto hace que disminuya el campo de visión y la profundidad de campo (longitud de trabajo que mantiene enfocado en el objetivo). Gracias a esto, el especialista puede enfocarse completamente en el objetivo en que trabajará, y no en toda la zona.
A diferencia de Galilean, Kepler utiliza un lente convergente, es decir, la luz se refracta hacia un plano focal. Esto hace que los objetos lejanos se vean con mejor claridad y más cerca de lo que parecen.
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